lunes, 17 de octubre de 2011

ENTREVISTA en la OPINIÓN de A CORUÑA

34 | sociedad Viernes, 14 de octubre de 2011

“La grafología se utiliza principalmente en las pruebas de selección de personal de las empresas y en el ámbito judicial para comprobar si dos escritos son de la misma persona y autentificar firmas”

GERMÁN BELDA
Delegado en Galicia de la Sociedad Española de Grafología

“La escritura de una persona permite descifrar su inteligencia, conducta o salud”

Ana Ramil A CORUÑA

La escritura delata a quien mueve el bolígrafo. La grafología, una técnica científica centenaria, permite conocer desde el grado de razonamiento, la voluntad o la inteligencia hasta la conducta, la salud o la sexualidad de alguien con sólo analizar cómo escribe. Para ello, los expertos estudian el tamaño y forma de las letras, su inclinación o la fuerza con la que se escribe.

El delegado en Galicia de la Sociedad Española de Grafología, Germán Belda, Asegura que a través de la escritura de una persona se puede conocer su personalidad y defiende que la grafología bien hecha no saca conclusiones por un sólo dato.

“No podemos decir que alguien es introvertido, por ejemplo, porque haga la letra grande o pequeña. Es preciso un análisis más completo en el que influyen otros rasgos de la escritura”, señala el delegado en Galicia de la Sociedad Española de Grafología, Germán Belda, que hoy imparte una charla sobre este tema en la Fundación Novacaixagalicia de A Coruña, en unas jornadas que comenzaron ayer.

–¿En qué consiste exactamente la grafología?
–Es una técnica científica que estudia la escritura de una persona para descubrir cuales son sus rasgos de personalidad porque igual que no hay dos seres humanos idénticos, tampoco hay dos escrituras iguales. Es una técnica que tiene unos cien años de antigüedad.

–¿Hasta qué punto es fiable?
–Hay múltiples estudios que demuestran que su eficacia está contrastada y se continúan haciendo pruebas de tipo psicológico para comprobar que el análisis de la escritura de una persona coincide con su personalidad.

–Entonces,¿la escritura siempre delata al autor?
–Sí, la escritura muestra como es uno y aunque una persona intente modificar su tipo de escritura en algunos casos, si se analizan varios escritos siempre hay una pauta que permanece y que es la que analizamos y nos muestra su personalidad.


–¿Qué se puede llegar a saber de una persona mediante la forma en la que escribe?
–La pregunta casi debería ser al revés, qué no podemos saber. La grafología sólo tiene límites si hay poco material para analizar. Pero con una muestra amplia de varias cartas, con 15 o 18 líneas cada una y firmadas, se puede saber desde la salud de esa persona hasta su inteligencia, voluntad, conducta, sexualidad, la capacidad para razonar, si es un ladrón o no...

–¿Qué aplicaciones tiene?
–La principal aplicación que tiene hoy en día es en las pruebas de selección de personal que realizan las empresas o en la vía judicial, es decir, interpretar dos escritos para ver si son de la misma persona o si la firma es auténtica. Pero también se utiliza la grafología para ver si una pareja es compatible, para analizar el estado de salud de una persona o estudios sobre personajes históricos a través de sus escritos.

–¿Qué datos se analizan de la escritura?
–Muchos rasgos, desde el tamaño de la letra hasta la fuerza con la que se escribe, la inclinación de las letras, si las líneas suben o bajan, el ángulo de alguna letra, si los óvalos están abiertos...

–También estudian la firma...
–Sí, es una especie de huella. Quien firma a la izquierda suele hacerlo siempre, por ejemplo. Se analiza su ubicación en el espacio, la rubrica y datos similares a los de la escritura.

–Exista la grafoterapia, ¿en qué consiste?
–Es una especie de gimnasia gráfica en la que mediante formas y giros se logra que una persona consolide ciertas habilidades manuales que había perdido, algo que repercutirá en su parte neurológica.
No es caligrafía ni la grafoterapia puede curar enfermedades, pero sí que permite modificar conductas.

La OPINIÓN de A CORUÑA-Viernes, 14 de octubre de 2011